Escribe poeta,escribe,
escribe tus pensamientos;
pero al hacerlo procura
no escribir tus sufrimientos.
Que nadie sepa tus penas,
ni se escuchen tus lamentos;
deja siempre en tus verso
los profundos sentimientos.
Escribe poeta,escribe,
pero deja en el tintero
tus amarguras pasadas,
tus ilusiones y tus sueños.
Haz que brille el sol de noche,
que haya flores en el cielo;
que las estrellas se apaguen
para que brillen tus pensamientos.
Escribe las aventuras locas
de ese viejo Anselmo,
que piensa como un niño
de blanco y ondulado pelo.
Di que no hay guerras ni males,
que todo es como un sueño;
que la vida es apasionada
y que todo es bello y muy bueno.
Escribe poeta, escribe,
no pares de dedicar versos,
al que sufre en una cama,
o al que se encuentra preso.
Al que sufre penas de amor,
al que pasa el gran tormento
de perder hasta la ilusión
y se quedó sin aliento.
Escribe poeta, escribe,
échale discursos al tiempo,
para que no vaya tan aprisa,
porque nos hacemos viejos.
No hables con huracanes,
porque no admiten consejos;
destruyen todo a su paso,
sembrando terror y miedo.
Escribe poeta, escribe,
mientrs te dure el aliento;
que tu corazón no sienta
a quien te lleme bohemio.
Llevas tú, amigo Anselmo,
el cristiano y ferviente sello
que te grabó el Gran Maestro,
para que vayas al Cielo.
Habrá quien no comprenderá,
ni tu prosa, ni tu verso;
pero sigue siempre escribiendo
lo que fabriquen tus sueños.
La miel sale de las flores,
el maná baja del cielo;
y, del corazón del poeta,
salen encantadores versos.
Escribe poeta, escribe,
escribe con sangre y fuego,
lo que llevas en el alma
con los más bellos recuerdos.
No pares de escribir, Anselmo
lo que llevas en el pensamiento,
que yo espero leerlo
y escuchar tus consejos.
Aunque veo arrugado tu pellejo,
pero no tiemblan tus manos;
te quiero como a un hermano
y me miro en tu mismo espejo.
Ahora que yo, ya me alejos,
pienso que todo fue en vano;
por eso, te dedico estos versos
para decirte lo que te amo.
Eres como un hermano,
te llevo en el corazón;
y, desde el cielo veré al anciano
que tanto fervor me mostró.
¡Adiós amigo Anselmo!
¡Adiós insigne escritor!
Con tu letra, adornas la poesía,
al cantar al amor y a la vida.
Que Dios guie tu suerte
y ampare tu destino;
que cuando llegue la muerte
te lleve por el buen camino.
En el Cielo nos veremos,
tú y yo querido Anselmo;
para ser eternos compañeros
en la Brétema de los tiempos.
Esta poesía llegó a mi poder,
después de haber fallecido
mi amiga Telvi.
viernes, 18 de marzo de 2011
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