Envejecer es inevitable,
pero hay que tener en cuenta
que no está a nuestro alcance,
porque todo lo que tenemos
nos ha sido prestado
para que sepamos aprovecharlo.
Con un poco de suerte
uno puede llegar a ser viejo,
pero no todos consiguen
adquirir la sabuduría
que da la anciana vida.
El secreto para no envejecer
consiste en no dejar de aprender
y difrutar de todo aquello
que nos han prestado
teniendo a nuestro lado
todo lo positivo de las cosas,
sin perder nunca los sueños
ni las ganas de vivir.
Los viejos no dejamos de amar
porque envejecemos,
envejecemos si dejamos de amar,
porque las arrugas del espíritu
nos hacen ser más viejos
que las arrugas de la cara,
que siempre seguira siendo bella
porque su belleza pasa al corazón.
El Viejo Anselmo
martes, 12 de marzo de 2013
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