Al mirar la rueca dormida
donde mi madre hilaba,
recuerdo el huso que giraba
siempre loco de alegría.
Con delicado cariño
movía mi madre los dedos,
acariciando aquel lino
que tejía los sueños...
Hilando con cuidado,
tejiendo con cariño,
lograba el abrigo
para poner a su hijo.
Al ver esa rueca
tan triste y callada,
recuerdo a mi madre
cuando hilaba y cantaba.
Gira tú huso loco,
sigue siempre girando,
que mientras tú giras,
a mi madre voy recordando.
Gira que ya se oye
la voz de la campana,
que amante me recuerda
a mi madre que me habla.
jueves, 17 de julio de 2014
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