Con la edad que yo tengo, que no es mía,
de este mundo escapar yo pretendo,
sintiendo lo que está transcurriendo
dentro de esta penosa y anciana vida.
Siento en el alma una eterna melodía,
mientras mi vida se va envejeciendo
y se oscurece aquello que yo tengo
mientras va muriendo todo cada día.
La luz llegará a mi cuando fallezca,
aquella eterna y feliz primavera,
que espera que la luz amanezca.
Mucho antes de que la edad se muera
y el alma de las penas padezca,
caminaré muy feliz por la tierra.
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