Las penas del marinero
están llorando sin parar
y sus lágrimas van cayendo
y salando más el mar.
Llora por la familia
que está lejos, muy lejos
y la lleva en el pensamiento
por todos los sitios que va.
El mar esconde la pena
que navega por los recuerdos
y tropieza con la tristeza
de su corazón marinero
que aguanta la tormenta
entre la mar y el cielo.
Cuando su triste mirada
se pierde en el horizonte
donde se oculta el sol,
llega la noche callada
con su estrellada fantasía
a despertar el recuerdo
del sueño que lleva dentro
y se mece con las olas
de las corrientes marinas
que van hacia el hogar
donde está su familia.
lunes, 6 de octubre de 2014
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