jueves, 17 de julio de 2014

EL BALCÓN DE LOS OCASOS

Asomado al balcón de los ocasos
veo el paraíso de los sueños
que se pierden pos occidente,
tiñendo de rojo el ambiente
que se pierde en el oscuro paso
del sol que va llevando
la oscura noche del brazo.

 El silencio mece los sueños
que al día le dicen adiós,
mientras el horizonte despierta
y se viste de colores, al ofrecer
los maravillosos resplandores
que adorna la naturaleza
cuando el ocaso despierta
y se llena de encendidos colores
que alegran los corazones.

LA RUECA DE MI MADRE

Al mirar la rueca dormida
donde mi madre hilaba,
recuerdo el huso que giraba
siempre loco de alegría.

 Con delicado cariño
movía mi madre los dedos,
acariciando aquel lino
que tejía los sueños...

 Hilando con cuidado,
tejiendo con cariño,
lograba el abrigo
para poner a su hijo.

Al ver esa rueca
tan triste y callada,
recuerdo a mi madre
cuando hilaba y cantaba.

 Gira tú huso loco,
sigue siempre girando,
que mientras tú giras,
a mi madre voy recordando.

 Gira que ya se oye
la voz de la campana,
que amante me recuerda
a mi madre que me habla.

jueves, 3 de julio de 2014

LA LIBERTAD

 No hay nada en la vida
que se pueda comparar
a esa dicha resurgida
que se llama libertad.

 Su hermosura cautiva
al hallar la felicidad,
que encuentra la caricia
de la propia libertad.

 Hay una pasión loca
por hablar de la libertad,
y el corazón se desboca
al gozar de la felicidad.

 Libertad, eterno fervor
que consagra nuestro celo,
llenando el mundo de amor,
comparable al mismo cielo.

 No hay libertad sin respeto,
ni es libre quién maltrata,
a ese prójimo justiciero
que si lo provocan, mata.

 La libertad se entiende
cuando hasta la ley es justa;
pero, si uno hace lo que quiere,
el libertinaje viene y asusta.

 Se comunica la libertad
por el sentimiento del alma,
y se alcanza la felicidad
al gozar de la eterna calma.

 Donde no hay justicia,
jamás habrá libertad...