A los 90 años me llamo
EL VIEJO ANSELMO
porque estoy orgulloso de serlo
al recordar m is años vividos
y lo mucho que he sufrido
para llegar a esta edad,
dejando atrás los recuerdos
que llevo en el corazón
y me llenan ahora de viejo
de una tranquila ilusión.
Al andar por los caminos de la vida
recogiendo todo el respeto
de la familia y los amigos
que tan bien se portan con migo
para ayudarme a caminar
alegrándome la vida
y portándose como verdadera familia.
Me entretengo con el silencio
y estando siempre contento,
quiero seguir escribiendo
ahra que ya soy viejo
de todo aquello que siento
y llevo en el pensamiento
para decirles a todos
que por todos los sitios que va
este viejo Anselmo,
siempre encuentra el respeto
de todos los que lo conocieron-
Ya sea cerca mi futuro
de un mundo desconocido,
llevando con gallardía
la esperanza de mi anciana vida
que me ayuda a tener fe
en todo lo que debo creer
para llegar a alcanzar
la desconocida eternidad.
Es una gran verdad,
una gran satisfacción
el haber llegado a viejo
sabiendo que si no es hoy
será mañana tal vez
el día que la muerte llega
a llevarse cuanto tenemos
para dejarnos sin nada
de lo que tenemos prestado.
Nunca destruyas
las raíces de tu pasado,
ni lo que rodea la cultura
de tu extensa vida
pues este viejo siempre estará
alegremente a tu lado,
aunque no sea joven su cordura.
Tengo que ir diciendo adiós a la vida
ya que tras la vida ya noo hay un después
y todo lo que tuve se pierde
después de abandonar esta vejez,
pero si la esperanza se mantiene
llegaremos a la gloriosa eternidad
que es la que nos puede salvar.