domingo, 16 de noviembre de 2014

A MI FAMILIA QUERIDA

 A mi familia querida
que está llena de amor,
n este dichoso día
en que nace el Niño Dios.

 Villancicos de esperanza
vuestras voces cantarán
a ese Niño que nazca
rodeado de eterna paz.

 Se juntan la tierra y el cielo
al contemplar tanta alegría
y recibir el consuelo
de este dichoso día.

 El corazón late contento
al llegar la Navidad,
y recibe todo el aliento
que viene con la Navidad.

¡ Qué dicha! ¡Qué placer!
El mundo se llena de amor
al saber reconocer
el Nacimiento de Dios.

 Las ciudades engalanadas
con maravillosos colores,
aguardan tan adornadas
al Amor de los Amores.

VILLANCICO FAMILIAR

A mi familia querida
que está llena de amor,
en este dichoso día
en que nace el Niño Dios.

Villancicos de esperanza
vuestras voces cantarán
para que ese Niño nazca
rodeado de eterna paz.

Laten los corazones contentos
al llegar la Navidad,
y se sofoca hasta el aliento
con tanta felicidad.

¡Qué dicha y qué placer!
El mundo se llena de amor
porque sabe reconocer

lunes, 10 de noviembre de 2014

PASEANDO POR LA PLAYA

 Voy por toda la orilla
paseando por la playa,
pisando la blanca arena
llena de conchas finas.

 La brisa me acaricia,
cuando las olas bailan
en un concierto de agua
que viene hasta la orilla.

 Olas que vienen y van
besando la blanca orilla,
originando un murmullo
en su blanca fantasía.

 Mientras las gaviotas vuelan
sobre la playa entretenidas,
un enjambre de palomas
en el cielo se perdían.

 Allá en el horizonte
se entreabre el claro día
y un ocaso de silencios
sobre el mar se mecía.

 El sol con su color
en el ocaso lloraba,
porque deja atrás a Galicia
con su costa engalanada.


sábado, 8 de noviembre de 2014

ES TANTO LO QUE QUIERO EL MAR

 Es tanto lo que quiero el mar
que mi corazón se hace marinero
para poder navegar
desde la tierra hasta cielo.

 Tan dichoso me encuentro
al contemplar su belleza,
que mi alma se sosiega
al sentir que hasta mi llega
la encantadora caricia
que corre por mis venas.

 Mi alma se recrea
con la fantástica belleza
que hay entre el mar y la tierra,
pero, al contemplar las estrellas
que por el universo ruedan,
un asombro celestial
traspasa el sentimiento
y siento que mi alma navega
con el marinero deseo
de alcanzar un día el cielo.

 Hay tanta felicidad en el mar
y tanta amargura en la tierra,
que, hasta al mar le ponen fronteras
para que no pueda el marinero
vivir ya de la pesca...
Pero la belleza del mar,
nadie la podrá apagar.