Queridos hijos y nietos:
El día que me veáis
que ya soy muy viejo,
os voy a pedir un ruego:
Tener paciencia conmigo
y tratarme con respeto.
Si al hablar me repito
lo que digo muchas veces,
escucharme como si fuera
la primera vez que lo oís
porque no funciona bien
el viejo cerebro.
No tratéis de avergonzarme,
porque los viejos somos
como los niños pequeños
que no quieren bañarse
y le importa poco estar límpios.
Cuando veáis mi ignorancia
ante las nuevas tecnologías,
dadme tiempo a pensarlas
para aprender lo que tengo
que hacer para comprenderlas.
El día que veáis mi vejez,
por favor, tener paciencia
y tratar de comprender que,
si pierdo la memoria
y no sigo la conversación,
es que no funciona bien el cerebro
de este viejo Anselmo.
Cuando mis cansadas piernas
ya no me dejen caminar,
dejad que me apoye en vosotros
y vaya de vuestra mano caminando
hasta la Iglesia los domingos
para escuchas la Santa Misa.
Porque, no quiero llegar a la vejez
sin tener un poco de fe.
Os doy las gracias por adelantado,
con besos y abrazos...
lunes, 10 de octubre de 2016
CUANCO EL ALMA ESTÁ DE DUELO
Cuando el alma está de duelo
es que hay un dolor profundo
por quién se ha ido de este mundo
para buscar el eterno cielo.
Cuando el alma está de duelo,
llora por no encontrar el consuelo
que busca con piedad y sin desvelo
lo que amamos y se va de nuestras manos.
Cuando el alma está de duelo
se para hasta el reloj del tiempo,
no hay flores que puedan arreglar
tan doloroso recuerdo.
Cuando el alma está de duelo,
hasta los deliciosos sabores
se vuelven hierbas amargas
en el jardín del mañana.
Cuando el alma está de duelo
hasta pierde la esperanza
y solo hay penas y lágrimas
en la noche traspasada.
Cuando el alma está de duelo
solo busca el amor eterno
que la pueda consolar
de ese profundo silencio.
Hay silencios que no hablan
y palabras que no dicen nada,
sólo hablan los recuerdos,
y a veces, también se callan.
es que hay un dolor profundo
por quién se ha ido de este mundo
para buscar el eterno cielo.
Cuando el alma está de duelo,
llora por no encontrar el consuelo
que busca con piedad y sin desvelo
lo que amamos y se va de nuestras manos.
Cuando el alma está de duelo
se para hasta el reloj del tiempo,
no hay flores que puedan arreglar
tan doloroso recuerdo.
Cuando el alma está de duelo,
hasta los deliciosos sabores
se vuelven hierbas amargas
en el jardín del mañana.
Cuando el alma está de duelo
hasta pierde la esperanza
y solo hay penas y lágrimas
en la noche traspasada.
Cuando el alma está de duelo
solo busca el amor eterno
que la pueda consolar
de ese profundo silencio.
Hay silencios que no hablan
y palabras que no dicen nada,
sólo hablan los recuerdos,
y a veces, también se callan.
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