sábado, 24 de noviembre de 2018

RECORDANDO A RAFAEL ALBERTI

Rafael siendo poeta
se metió a marinero,
para navegar por el mundo entero
y transmitirnos los sueños
que llevaba en el pensamiento.

Quiso ser gaviota
para volar por el mar
y llegar a la eternidad
donde se cruzan los rumbos
de la gran inmensidad.

Quiso ser paloma
y llegar a los lugares
donde sintió el amor,
para soñar con los recuerdos
que llevaba en el corazón.

Quiso vivir y morir,
cansado de querer tanto,
quiso hablar con el mar
y contarle los secretos
de su rojo pensamiento.

Quiso Rafael ser de izquierdas
y beber el vaso de amargura,
para caminar por la tierra
con la cartera vacía...
y con los bellos recuerdos
de su amada Andalucía.

Cansado de caminar,
un día volvió a España;
para hablar con el mar
y preguntarle a las olas,
si ya alcanzamos la libertad.

Va este viejo Anselmo
navegando por el mar
en el barco de sus sueños,
para llegar hasta el puerto
donde lo espera Rafael
para que me vaya con él.



jueves, 22 de noviembre de 2018

JAMÁS PUDE IMAGINAR

Jamás pude imaginar
que un perro pudiera hablar,
pero al contemplar a Trasto
transmitiendo sus deseos
con ese tono encantado,
me parecía un ser humano
siguiendo la conversación.

Sus gemidos son poesía,
son alegría y cariño,
es la súplica amorosa
para ser bien comprendido
por esa sobrina preciosa
que lo trata como a un niño.

Contemplando a los dos
yo con fundamento pienso,
 o Esther acaba ladrando,
o Trasto acaba hablando;
porque, son dos corazones
unidos por un mismo deseo:
que no hay personas ni perros,
sólo existe el cariño
y el amoroso consuelo
para lograr la felicidad,
que sólo amando se puede hallar.