viernes, 25 de mayo de 2012

EL ESPEJO DE LA VIDA

Cuando yo me asomo
al espejo de la vida,
tan conforme me siento,
que no hay duda ni misterio
que acobarde mi valentía.

Soy un humilde caballero
que me conformo con lo que tengo,
y no quiero tener miedo,
porque sé que mi destino
en este mundo es eterno.

Tengo un fervor en el pecho
que consuela el pensamiento
y hace que todo lo que  veo,
pueda saber alcanzar
el infinito universo.

Voy con el humano esfuerzo
caminando por la tierra,
combatiendo las miserias
y traspasando las tinieblas
que van hacia la vida eterna.

Caminando hacia la gloria,
voy andando noche y día,
siempre lleno de alegría,
escuchando lo que Dios habla
a mi atormentada alma.

Anselmo Prada León

CABALGANDO EN LA MEMORIA

Cabalgando en la memoria
voy descubriendo la gloria
de las relucientes estrellas
que puedo ver desde la tierra;
pero, por lejos que yo vaya
tropiezo con la ignorancia
de saber que lo que veo,
es inmensamente perfecto
y no está a mi alcance
el saber como fue hecho.

Las estrellas con sus destellos,
sin parar me están ofreciendo
los extraordinarios misterios
que hay en el universo,
al girar sin cesar
por la ruta infinita
que va hacia lo eterno
y no puede alcanzar
nuestro humano cerebro.

¿Quién será el Creador
de tan fantástica grandeza?
Cuya esancia no cabe
en nuestra humana conciencia...
Más, a pesar de todo,
hay un aliento divino
que consuela la imaginación,
al saber que quien nos creó
es quien guia nuestro destino,
para que lleguemos algún día
a alcanzar la salvación.

Anselmo Prada León
LA FALSA DEMOCRACIA

Va la falsa democracia
dinamitando la razón
y revolviendo los escombros
de la guerra ya olvidada,
que va como un fantasma
destrozando el corazón
y despertando el odio
que resucita de la muerte,
cuando la gente sin conciencia
miente sin tener piedad,
con la crueldad y el veneno
que atrofia a la sociedad
y causa en la ansiada paz
un tremendo miedo.

Todos los que se visten
con las ropas de los muertos,
amortajan la convivencia
y van sembrando tormentos
que asustan a los vivos
y ofenden hasta los muertos
que murieron matando
y si no mataron más
fue porque no pudieron.

Detrás de cada mentira,
camina la falsa historia
que atrofia la memoria
y nos engaña sin cesar,
como una piedra que rueda
y va a sumergirse en el mar,
para volover a flotar
y no dejarnos vivir en paz.

El viejo Anselmo