viernes, 25 de mayo de 2012

EL ESPEJO DE LA VIDA

Cuando yo me asomo
al espejo de la vida,
tan conforme me siento,
que no hay duda ni misterio
que acobarde mi valentía.

Soy un humilde caballero
que me conformo con lo que tengo,
y no quiero tener miedo,
porque sé que mi destino
en este mundo es eterno.

Tengo un fervor en el pecho
que consuela el pensamiento
y hace que todo lo que  veo,
pueda saber alcanzar
el infinito universo.

Voy con el humano esfuerzo
caminando por la tierra,
combatiendo las miserias
y traspasando las tinieblas
que van hacia la vida eterna.

Caminando hacia la gloria,
voy andando noche y día,
siempre lleno de alegría,
escuchando lo que Dios habla
a mi atormentada alma.

Anselmo Prada León

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