A la Plaza de la Encina,
llega la Ronda Berciana,
toda llena de alegría,
para ofrecer a la virgen,
esas bellas canciones,
para pedirle con fervor,
que nos acerque más a Dios.
Las voces abrazadas
en la Plaza de la Encina,
cantan con devoción
a la amistad que proclama
ese concierto de amor,
donde todo El Bierzo va
a buscar la protección divina
de la Virgen de la Encina.
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