lunes, 23 de agosto de 2010

SUSPIRO POR MI PUEBLO

Suspiro por mi pueblo,
adoro a sus gentes
que con cariño me hablan
con su melodiosa palabra,
y esa gentileza adorada
de su constante bondad,
que dan con el corazón
su desinteresada amistad
por todos los sitios que van.

En Casayo todo es diferente,
desde las altas montañas
se puede divisar
un fantástico paisaje,
donde el linaje de la gente
guarda el tesoro sorprendente
de la profunda amistad.

Despierta la primavera,
en el pueblo de Casayo,
ha llegado el calor
y todo brota y se altera
en los montes de verde hierba
que adornan la belleza
de nuestra querida tierra.
Van los arroyos
con sus saltrinas aguas
brincando de peña en peña
y los pájaros piadores
con deliciosa sinfonía
alegra nuestras vidas ,
en ese pueblo sin igual
que guarda entre sus montañas
un paraiso sin igual
que sirve de consuelo
entre la tierra y el cielo .

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