viernes, 31 de enero de 2014

AL LLEGAR LA TARDE

 
 
Estoy esperando que al llegar la tarde,
se confundan en mi mente las edades
y entre luces y sombras se apague
la vida que yo tengo ahora.
 
Son tan ciertas las esperanzas
que vienen a mi pensamiento,
que lo cierto, hasta se ignora,
y lo contrario hasta se adora.
 
En realidad, no viene la edad
a acabar con las personas,
es el ocaso de la vida
el que forma los deseos
de enterrar todo aquello
con el moribundo cuerpo.
 
Hay quién se cree inmortal,
para tratar de engañar
su propia sabiduría,
sabiendo que todo en la vida,
tarde o temprano termina
y que todo lo que se tiene
nos ha sido prestado
para que sepamos aprovecharlo.

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