Casaio mi pueblo amado
que estás tan cerca del cielo
y guardas en tu regazo
aquello que tanto quiero.
Cuando va muriendo el día
allá por el horizonte,
el sol se esconde en el monte
de mi tierra querida.
En San Gil es donde se esconde
el Santo que tanto queremos,
el que está allí enterrado
esperando que le recemos.
¡Ay! ¡Mi Casaio!
Mi bello pueblo gallego.
si me apartan de tu lado
yo de pena me muero.
¡Glorioso San Gil bendito!
gran amigo del Señor,
déjame besar tu nombre
con ferviente devoción.
Ante la imagen de San gil que yo hice.
Este libro lo escribí para el Monasterio de Oseira.
Hay una copia en la Iglesia de Casaio
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