VOY POR EL CAMINO DE LA VIDA
Voy por el camino de la vida,
andando despacio hacia mi destino
llevando mis noventa años encima
y buscando la huella de mi eterno camino.
Traspasé la barrera del tiempo
en que me tocó a mi vivir,
aguantando la lucha y el sufrimiento
que marcaron ese sentimiento en mi.
Me siento como cualquier viajero
que estoy prisionero
en esta anciana vida,
esperando que vaya pasando el tiempo
dejando atrás las penas que llevaba encima.
Soy como cualquier mortal
que vivo sin pena ni gloria,
buscando siempre la realidad
que hay en cada persona.
Buscando siempre la amistad
que ayuda a conquistar la felicidad
y hallar ese sendero de paz
que nos lleva hacia la eternidad
sin tropezar nunca jamás.
Soy como la luz que se va apagando
y lentamente voy perdiendo el candor
al aguantar las penas y el dolor,
con la fuerza que da la esperanza
y los sentimientos que llevo en el alma.
Hasta que venga la eterna compañera
que es la que siempre me espera
para rematar esta vieja condena
de vivir siempre en paz
buscando la eterna felicidad.
Solo quedará del viejo Anselmo
aquel eterno recuerdo
de haber estado siempre escribiendo
para decirle al mundo
el sentimiento profundo
que llevé en el pensamiento
para comunicar todo lo bueno
que puede ofrecer este viejo Anselmo.
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