miércoles, 17 de abril de 2013

BAJO LA NOCHE ESTRELLADA

En mis noches de servicio
contemplando el infinito,
sentí que llegó a mi,
la eterna poesía.
Vinía tan inspirada,
acariciando mi espíritu
y mostrándome la fantasía
de la infinita creación,
que no sé como brotó
en mi ese deseo,
de escuchar los mensajes
que venían a mi pensamiento.
No sabía de donde venían,
aquellos sabios silencios,
que imaginaban palabras
que se adentraban en mi alma.
Mi boca no decía nada,
pero mis ciegos ojos, envueltos
en los nocturnos sueños,
golpeaban mi pensamiento
y despertaban los deseos
de escribir son palabras,
lo que del cielo bajaba
en aquella noche estrellada..
Anselmo Prada

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