martes, 20 de enero de 2015

A LA MUERTE

Viene la muerte vestida,
adornada con el alba,
y va llamando a la puerta
donde se esconde el alma.

 Con el ruido entretenido
se despertó la esperanza
y corriendo se llevó con ella
el cansado consuelo
de este viejo Anselmo,
que con su pobre corazón
se fue volando al cielo
en busca del Creador.

Cuando la muerte venga
muy aprisa y corriendo,
yo estaré siempre atento,
para librarme de la corriente
que me arrastra hacia la nada,
donde casi todo se acaba.

 Miraré de frente la muerte
y tras ella me echaré a andar
para llegar con ella
a la ansiada eternidad.
 Mientras tanto,
no me cansaré de esperar
y aprovecharé bien el tiempo,
sin parar de escribir versos
para mostrar lo que espero
de mi destino eterno.





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