Yo me siento poeta
cuando estoy en Chapela
y cuando la Ria yo miro,
mi musa se despierta
y contempla la belleza
que la mar a mi me inspira.
todo rima en mi mente
y lo que mis ojos miran
penetra en el deseo
de ver ese mar encantado,
tan azul y tan sereno,
sin esa furia bravía
que tiene el mar abierto.
En la Playa Arealonga
donde tengo a mi familia,
hay muchas gaviotas
sobre la arena amarilla,
donde están las chalanas
aguardando que vayan
al mar los pescadores
a echar una "liñada".
Yo a Chapela la admiro,
y con mi prosa y mi poesía
me gusta siempre cantarle
como canto a la vida
y a las estrellas que brillan
en las noches que yo tengo
en el Cargue de la Minero
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