viernes, 13 de julio de 2018

CIEGO ES QUIEN NO QUIERE VER

Ciego es quien no quiere ver,
es ciego porque le falta el amor,
es ciego porque perdió la ilusión
y no puede mirar con los ojos
que tiene dentro del alma,
para ver todo el fervor
que lleva en el corazón.
 
Desde la profunda oscuridad
es donde se puede escuchar
el latido de los corazones,
y hasta se ve la caricia del viento
cuando cae la suave lluvia
sobre nuestros sentimientos.
 
Con los ojos apagados
hasta se puede imaginar,
como es la felicidad
que acaricia el amanecer
de la vida sin color,
cuando la ilusión se humilla
para glorificar la amistad
y buscar la paz en la oscuridad.
 
Con los ojos cerrados,
pero la ilusión encendida,
se puede mirar brillar en la memoria
el porvenir de nuestra historia,
que siente la ayuda de Dios
y eso sólo se puede ver,
mirando con los ojos del alma
que nos transmiten la armonía
que hay en la ciega vida.
 
Con los ojos del alma
nosotros podemos ver,
que no solo está la vida
allá donde todo más brilla.
Todo forma un concierto de amor
cuando alcanza a ver el corazón
la grandeza del Creador.
 
Con los ojos cerrados miramos
todo lo que llevamos dentro,
formando un deseo eterno,
un paraíso de encendido amor,
al saber que todo es prestado
y que hay una resurrección
porque así lo dispuso el Creador.
 
Maruja Gómez Arcos, que a sus 99 años, se le ha apagado la vista
paro ve con el corazón, todo lo que tiene a su alrededor.
Que Dios guíe sus pasos por los oscuros sendero
que la llevarán hacia el cielo. Muchos besos

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