martes, 18 de enero de 2011

CUANDO LA VIDA ENVEJECE

Cuando la vida envejece
y se va oscureciendo el mundo,
un sentimiento profundo
acaricia los recuerdos
de este viejo Anselmo,
cuyos versos yo confundo.

La vejez acaricia el fervor,
y es tanto lo que yo he escrito,
que hasta los clavos de Cristo
se clavan en el corazón
y hacen sangrar el amor
por la voluntad de Dios.

Envío muchos consejos
desde mi anciano vivir,
y no me canso de escribir
para decir siempre lo mismo:
Que no hay ningún abismo
si la muerte tiene un buen fin.

La humanidad entretenida
sentirá que en mi vejez,
hay un inmenso placer,
donde el aliento divino
acaricia mi destino,
para no morir después

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