MONTSERRAT GONZALEZ REGUILLO
Al celebrar mis noventa años
en mi encuentro familiar,
también tengo que celebrar
este feliz reencuentro
entre mi ahijada Montserrat
y su padrino Anselmo
Es un día de alegría y paz,
día grande,día hermoso
en lo divino y en lo humano
por haber tenido a mi lado,
a la ahijada que no estaba olvidada,
pero siempre estuvo separada,
de quien la llevó a bautizar.
Desde ahora estará presente,
en mi corazón cansado,
la ahijada que estaba ausente
y hoy está a mi lado,
ha venido a conocerme,
en esta gran ocasión,
en que toda la familia amada,
me acompaña en este día
para celebrar con alegría,
mis noventa cumpleaños.
Quisiera acabar este poema
recordando a mi migo Molina
que desde el cielo nos estará mirando
y al ver a su hija con su padrino,
nos enviará desde el cielo
el santificante consuelo.
También tenemos presente
a tu madre querida,
que aquel día en Port Bou
tuvo a su amada hija,
que en Pot-Bou fue bautizada
y hoy se encuentra a mi lado
para conocer a su padrino,
junto a toda mi familia amada.
Desde ahora estaremos unidos,
aunque estemos a mucha distancia,
pero jamás olvidaremos,
nuestro encuentro familiar,
en que yo cumplo los noventa años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario